P.S. Todos aquellos que sostienen que hay espacio vacío están más influidos por la imaginación que por la razón. Cuando yo era niño, también me entusiasmé con la noción del •vacío [= 'espacio vacío'] y de los •átomos, con los que mi imaginación se entretuvo un divertido rato. Pensando en esos términos,
hacemos nuestras indagaciones no más allá de •esas dos cosas; ellos (por así decirlo) clavan nuestros pensamientos al piso; creemos que hemos encontrado los primeros elementos de las cosas, el fundamento sólido. No queremos que la naturaleza vaya más allá, queriendo que sea finita, como nuestras mentes.
Pero entonces la razón me enderezó y me mostró que esto era pura ignorancia de la grandeza y majestad de {Dios,} el autor de las cosas. De hecho, el corpúsculo más pequeño es subdivisible hasta el infinito, y contiene un mundo de otras criaturas, cosa de la que el universo carecería, si ese corpúsculo fuera un átomo… Del mismo modo, postular tramos de espacio vacío en la naturaleza es atribuir a Dios un trabajo muy imperfecto; viola el gran principio de la necesidad de una razón suficiente {para cualquier cosa que sea el caso}. Muchas personas han hablado de este principio, pero no han entendido su verdadero significado; como lo mostré recientemente cuando utilicé el principio para mostrar {algo que los charlatanes nunca habrían esperado que surgiera de él, a saber} que el espacio es sólo un orden de cosas, como también lo es el tiempo, y no seres absolutos. Dejando de lado muchos otros argumentos que tengo contra el vacío y los átomos, presentaré aquí aquellos en los que me baso: (1) la perfección de Dios y (2) la necesidad de una razón suficiente. (1) Pongo como un principio el de que Dios ha dado a cada cosa todas las perfecciones que Él podría darle sin menoscabo de sus otras perfecciones. Ahora supongamos que hay una región del espacio totalmente vacía. Dios podría haber puesto materia en ella sin quitarle nada a ninguna otra cosa; por lo tanto, Él realmente ha puesto materia en esa región. {Y eso fue sólo una región tomada al azar; la prueba es válida para cualquier región}; entonces tenemos el resultado de que ninguna región del espacio está completamente vacía; por lo tanto, todo el espacio está lleno. El mismo argumento demuestra que {no hay átomos, es decir, que} cada corpúsculo está subdividido. [El argumento iría así: supongamos que hay un átomo. Dios podría haber hecho divisiones sin quitar ninguna perfección de él ni de ninguna otra cosa; entonces él ha hecho eso; así que etc.] (2) Aquí hay un segundo argumento, basado en la necesidad de una razón suficiente. No puede haber ningún principio para establecer qué proporción de espacio debería tener materia. Puedes decir que la proporción correcta es la mitad, es decir, que debe haber exactamente tanto espacio lleno como espacio vacío; pero la materia es más perfecta que el espacio vacío, por lo que la razón requiere que haya más materia que vacío: tanto más cuanto la materia tenga méritos para ser preferida sobre el vacío. {(Si la materia es mucho más perfecta que el vacío, debería haber mucho más espacio lleno que espacio vacío). Si la materia es solo un poco más perfecta que el vacío, debería haber un poco más de espacio lleno que vacío).} Por ese razonamiento, no debería haber ningún espacio vacío en absoluto, porque la proporción de •perfección de la materia respecto de la •perfección del vacío es la relación de •algo a •nada. Un argumento similar se sostiene contra los átomos: ¿qué razón puede dar alguien de cuándo ya no debiera subdividirse la naturaleza o qué tan finamente deba subdividirse? {¿Y qué principio podría establecer cuán bajo debe ir la subdivisión?} Los átomos y el vacío son ficciones, puramente arbitrarias e indignas de la verdadera filosofía. Las razones que Clarke da para el espacio vacío son meros sofismas.