2 Para todo lo que existe, hay una razón suficiente para que exista, y por qué es así más bien que de otra manera (no hay dudas al respecto).
Clarke escribe a continuación: Pero en cosas que son indiferentes por su propia naturaleza, la mera voluntad, sin ninguna cosa externa que influya sobre ella, es la única razón suficiente.
expresado informalmente: Pero cuando hay dos opciones, ninguna de las cuales es intrínsecamente mejor que la otra, la razón suficiente para que uno elija la opción x en lugar de la opción y puede ser simplemente que se ha eligido x, sin que ninguna otra cosa sea la causa de elegirlo.
[La anterior 'expresión informal' sirve para explicar la palabra 'indiferente', que aquí hace su primera aparición en este texto, y ocurrirá muchas veces en adelante.] Un ejemplo de esto es Dios creando o colocando una partícula de materia en un lugar y no en otro, cuando todos los lugares son iguales en sí mismos. Y este ejemplo seguiría funcionando aun si el espacio no fuera algo real sino solo el mero orden de los cuerpos: pues aun entonces, sería absolutamente indiferente, y no podría haber otra razón que la mera voluntad, de por qué deberían colocarse tres partículas iguales en el orden a-b-c en lugar del orden contrario. Entonces, este punto acerca de la indiferencia de todos los lugares no genera un argumento que demuestre que ningún espacio es real; porque dos regiones del espacio que sean perfectamente semejantes son todavía •realmente diferentes o distintas unas de otra {inclusive si no son en sí mismas cosas reales}.
Este párrafo está dirigido a 3L5-6 de Leibniz. La tesis de que el espacio no es una cosa real, sino que simplemente el orden de los cuerpos es obviamente absurda {de una manera que no mencioné antes}. De acuerdo con esta tesis, si el sistema solar hubiera sido colocado donde ahora están las estrellas más remotas, con todas las relaciones de orden y distancia siendo exactamente las mismas que realmente son, •esto habría sido (como Leibniz dice correctamente) la même chose, la misma cosa, en efecto; •pero también implicaría que el sistema solar habría estado exactamente donde está ahora, lo cual es una contradicción explícita. [La expresión même chose de ciertamente Leibniz significa 'la misma cosa'. Agregar 'en efecto' debilita la frase; eso fue obra de Clarke, sin base alguna en el texto de Leibniz.]
[Clarke dice que este párrafo responde a algo que Leibniz dijo en una carta privada (que ahora no tenemos).] Los antiguos no le ponían la etiqueta 'espacio imaginario' a todo el espacio que está vacío de cuerpos, sino solo al espacio que está fuera del mundo {material}. Y no querían decir que ese espacio no fuera real, sino solo que no sabemos nada sobre qué tipo de cosas hay en él. Y si alguien alguna vez llamara al espacio 'imaginario', queriendo decir, que no es real, ¡eso no es un argumento de que no es real!