5 En cuanto a aquellos que imaginan que el espacio es una sustancia, o al menos que es algo absoluto, tengo muchos argumentos para demostrar que están equivocados. Pero justo ahora utilizaré solo uno de éstos: el mismo al que Clarke ha abierto la puerta a {en la sección de su respuesta que ahora estoy discutiendo}. La demostración argumenta que si el espacio fuera un ser absoluto, sería el caso algo para lo cual no podría haber una razón suficiente; lo cual entra en conflicto con mi axioma, {y por lo tanto implica que el espacio no es un ser absoluto}. Así es como reza el argumento:
El espacio es algo absolutamente uniforme; un punto del espacio no difiere en modo alguno de ningún otro punto del espacio.
(Quiero decir que no difiere de manera absoluta, es decir, aparte de las diferencias en concernientes a qué cuerpos ocupan sendos lugares.) Agrega a eso la tesis contra la que estoy argumentando:
El espacio es algo en sí mismo, además del orden de los cuerpos entre sí; {es decir, el espacio es absolutamente real}.
De (1) y (2) se deduce que
Dios no podría haber tenido una razón para poner el universo material en el espacio de esta manera •en lugar de hacerlo de alguna otra manera que conservara las mismas relaciones espaciales de los cuerpos entre sí; e.g. •en lugar de rotando el mundo de manera que el Este y el Oeste intercambien lugares.
{Eso entraría en conflicto con el principio de razón suficiente; entonces no puede suceder; entonces la premisa (2) es falsa, (Q.e.d.)} Pero si reemplazamos (2) por
(2*) El espacio no es más que un orden o conjunto de relaciones entre los cuerpos, de modo que en ausencia de cuerpos el espacio no es nada en absoluto excepto la posibilidad de colocarlos,
entonces no obtenemos la conclusión (3), porque los dos supuestos estados (• el universo donde está y •el universo girado 180 grados) no son dos estados, sino uno; son la même chose, la misma cosa. Tenemos la ilusión de la diferencia, que proviene de la suposición fantástica de que el espacio es una entidad real e independiente; pero en realidad los {supuestos} dos estados son indistinguibles, y entonces realmente son uno; así que no surge la pregunta '¿Por qué Dios eligió ésto en lugar de aquéllo' no surge.
6 Lo mismo pude decirse de el tiempo. Supongamos que alguien •pregunta "¿Por qué Dios no creó todo un año antes de lo que lo hizo?", •ve que esto no tiene respuesta, e •infiere que Dios ha tomado una decisión en la que no podría haber una razón para que eligiera de esa manera en lugar de alguna otra. Digo que su inferencia sería correcta si el tiempo fuera alguna cosa distinta de las cosas que existen en el tiempo {o de los eventos que ocurren en el tiempo}; porque en ese caso sería imposible que haya alguna razón por la cual los eventos no debieran haber ocurrido exactamente en el mismo orden en que lo hicieron, pero en otro tiempo diferente. Pero lo que ese argumento realmente prueba es que los tiempos, considerados sin las cosas {o los eventos}, no son nada en absoluto, y que consisten solo en el orden sucesivo de las cosas {y los eventos}. En concepción de lo que es el tiempo, los 'dos estados de cosas' supuestos (•el mundo exactamente como es, y •el mundo como excepto por haber comenzado un año antes) no difieren en absoluto, son indiscernibles, son realmente uno mismo.