1 En el sentido habitual de la frase, los 'principios matemáticos' se refieren únicamente a las matemáticas puras: es decir, números y figuras, aritmética y geometría. Mientras que los principios 'metafísicos' se refieren a nociones más generales, como la causa y el efecto.
2 Clarke me concede este importante principio, que nada sucede sin una razón suficiente por la que deba ser así y no de otra manera. Pero lo concede sólo en palabras y en realidad lo niega. Esto muestra que no ha entendido correctamente la fuerza del mismo. Eso lo lleva a utilizar como ejemplo algo que se ajusta exactamente a una de mis demostraciones contra •el espacio real absoluto, •el ídolo de algunos ingleses modernos {incluidos Newton y Clarke}. (No estoy usando 'ídolo' de una manera teológica, pero en un sentido filosófico, siguiendo la tesis de Bacon de que hay ídolos de la tribu e ídolos de la caverna, {y así sucesivamente}.) [Aclaremos esto: Leibniz sabe que Clarke sigue a Newton al •aceptar el 'espacio real absoluto', dice que el argumento de Clarke de '¿Por qué están así?' es realmente parte del caso de Leibniz •contra el espacio real absoluto, y ofrece esto como evidencia de que Clarke no tiene una comprensión adecuada de los problemas. En cuanto a la frase no explicada 'espacio real absoluto', lo mejor que puede hacerse ahora es sólo guardarla en la memoria y dejar que su significado se vaya precisando en el debate que le rodea.]
3 Así que ahí estamos: estos caballeros sostienen que el espacio es un ser real absoluto, lo que los lleva a grandes dificultades. {Aquí hay solo una}. Parece que si existiera un ser como el espacio real absoluto, tiene que ser eterno e infinito. Por eso algunas personas han creído que el espacio es Dios mismo, o uno de sus atributos; a saber, el atributo de la inmensidad. Pero el espacio no encaja con Dios, porque el espacio tiene partes.
4 Yo por mi lado he dicho varias veces que tengo al espacio por algo meramente relativo, como también el tiempo, tomando al espacio por un orden de coexistencias, y al tiempo como un orden de sucesiones. Pues el espacio indica… un orden de cosas existiendo simultáneamente, consideradas como existiendo juntas, sin mencionar detalles sobre cómo son. Cuando vemos varias cosas juntas, uno se da cuenta de este orden que hay entre ellas. [Leibniz dice que el espacio indica en termes de possibilité ('en términos de posibilidad') un orden de cosas, etc. ¿Lo que quiere decir?
5 En cuanto a aquellos que imaginan que el espacio es una sustancia, o al menos que es algo absoluto, tengo muchos argumentos para demostrar que están equivocados. Pero justo ahora utilizaré solo uno de éstos: el mismo al que Clarke ha abierto la puerta a {en la sección de su respuesta que ahora estoy discutiendo}. La demostración argumenta que si el espacio fuera un ser absoluto, sería el caso algo para lo cual no podría haber una razón suficiente; lo cual entra en conflicto con mi axioma, {y por lo tanto implica que el espacio no es un ser absoluto}. Así es como reza el argumento:
El espacio es algo absolutamente uniforme; un punto del espacio no difiere en modo alguno de ningún otro punto del espacio.
(Quiero decir que no difiere de manera absoluta, es decir, aparte de las diferencias en concernientes a qué cuerpos ocupan sendos lugares.) Agrega a eso la tesis contra la que estoy argumentando:
El espacio es algo en sí mismo, además del orden de los cuerpos entre sí; {es decir, el espacio es absolutamente real}.
De (1) y (2) se deduce que
Dios no podría haber tenido una razón para poner el universo material en el espacio de esta manera •en lugar de hacerlo de alguna otra manera que conservara las mismas relaciones espaciales de los cuerpos entre sí; e.g. •en lugar de rotando el mundo de manera que el Este y el Oeste intercambien lugares.
{Eso entraría en conflicto con el principio de razón suficiente; entonces no puede suceder; entonces la premisa (2) es falsa, (Q.e.d.)} Pero si reemplazamos (2) por
(2*) El espacio no es más que un orden o conjunto de relaciones entre los cuerpos, de modo que en ausencia de cuerpos el espacio no es nada en absoluto excepto la posibilidad de colocarlos,
entonces no obtenemos la conclusión (3), porque los dos supuestos estados (• el universo donde está y •el universo girado 180 grados) no son dos estados, sino uno; son la même chose, la misma cosa. Tenemos la ilusión de la diferencia, que proviene de la suposición fantástica de que el espacio es una entidad real e independiente; pero en realidad los {supuestos} dos estados son indistinguibles, y entonces realmente son uno; así que no surge la pregunta '¿Por qué Dios eligió ésto en lugar de aquéllo' no surge.
6 Lo mismo pude decirse del tiempo. Supongamos que alguien •pregunta "¿Por qué Dios no creó todo un año antes de lo que lo hizo?", •ve que esto no tiene respuesta, e •infiere que Dios ha tomado una decisión en la que no podría haber una razón para que eligiera de esa manera en lugar de alguna otra. Digo que su inferencia sería correcta si el tiempo fuera alguna cosa distinta de las cosas que existen en el tiempo {o de los eventos que ocurren en el tiempo}; porque en ese caso sería imposible que haya alguna razón por la cual los eventos no debieran haber ocurrido exactamente en el mismo orden en que lo hicieron, pero en otro tiempo diferente. Pero lo que ese argumento realmente prueba es que los tiempos, considerados sin las cosas {o los eventos}, no son nada en absoluto, y que consisten solo en el orden sucesivo de las cosas {y los eventos}. En concepción de lo que es el tiempo, los 'dos estados de cosas' supuestos (•el mundo exactamente como es, y •el mundo como excepto por haber comenzado un año antes) no difieren en absoluto, son indiscernibles, son realmente uno mismo.
7 Se puede ver a partir de todo esto que Clarke no ha entendido correctamente mi axioma, mismo que rechaza aunque parezca aceptarlo. Es cierto, dice, que para cualquier situación hay una razón suficiente de por qué es así y no de otra manera, pero agrega que esta 'razón suficiente' es a menudo simplemente la mera voluntad de Dios. Y da el ejemplo de el mundo que se encuentra en el espacio tal como está y no como sería si rotara 180 grados. Pero esto claramente implica decir que algo sucede sin una razón suficiente para ello, es decir, que Dios toma esa decisión; que entra en conflicto con el axioma o regla general sobre todo lo que es el caso. Esto implica volver a caer en la indiferencia, {la tolerancia de la idea de elección en ausencia de cualquier razón para elegir una manera en vez de otra}, una opinión que he refutado abundantemente, demostrando que es completamente ficticia incluso cuando se aplica a las criaturas, y ser contrario a la sabiduría de Dios, porque implica que Él podría actuar sin hacerlo por una razón.
8 Clarke me objeta que si no admitimos esta simple y llana voluntad, privamos a Dios del poder de elegir y traer una fatalidad [ver nota en la página 6]. ¡Sucede exactamente lo contrario! Sostengo que Dios tiene el poder de elegir, un poder que se basa en que él tiene, en su sabiduría, razones para sus elecciones. Esta 'fatalidad' no es más que la forma en que el universo ha sido ordenado por la providencia, {por Dios}, el ser más sabio; lo que debe evitarse no es eso, sino una fatalidad ciega, una necesidad que no carece de sabiduría y de elección.