Ángeles Hidalgo
Yuriria Cuervo
TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA
Hume, David. Tratado de la naturaleza humana. Tomo I. Gernika. México. 2001. 355pp.
Sección: 1.2.1
1. Es imposible para la imaginación formar una idea adecuada de lo que va más allá de un cierto grado tanto de pequeñez como de grandeza. (p.43)
2. Lo que es divisible o distinguible es separable. (p.43)
3. Las imágenes con las que represento las cosas mismas no son diferentes entre sí ni inferiores a la de la imagen por la que represento algo que se supone que es mayor que ellas. (p.42)
4. Por 2 y 3, las imágenes con las que represento las cosas no son separables. La imaginación alcanza un mínimum y puede producir una idea de la cual no puede concebir una subdivisión. (p.42)
Por lo tanto, por 1 y 4, la capacidad del espíritu es limitada y no puede alcanzar una concepción plena y adecuada del infinito. (p.42)
Sección 1.2.2
1. Nuestras ideas son las representaciones de las partes más diminutas de la extensión. Sean las que sean las divisiones que suponemos para lograr estas partes, éstas no pueden jamás ser inferiores a algunas ideas que nos formamos. (p.45)
2. La unidad que puede existir por sí sola y cuya existencia es necesaria para la de todo número es de otro género y debe ser perfectamente indivisible e incapaz de reducirse a una unidad menor. (p.47)
3. Por 1 y 2, toda parte de la que la mente puede formarse una idea, es una unidad y es indivisible.
4. Si es una contradicción suponer que una extensión finita contiene un número infinito de partes, entonces ninguna extensión finita puede ser infinitamente divisible. (p.45)
5. La existencia en sí misma corresponde tan sólo a la unidad y no es jamás aplicable al número más que en razón de las unidades de que el número está compuesto. (p.46)
6. Por 3-5. Es contradictorio suponer que una extensión finita contiene infinitas partes entendidas como unidades (no numéricas).
Por lo tanto, Ninguna extensión finita puede ser infinitamente divisible. (p.45)
1. Si en el tiempo no podemos llegar al fin de la división y si cada momento que sucede a otro no fuera perfectamente único e indivisible, existirían un número infinito de momentos coexistentes o partes del tiempo.
2. No es el caso que existan un número infinito de momentos coexistentes o partes del tiempo, por ejemplo, 1737 no puede coincidir con el año 1728.
3. Por 1 y 2, en el tiempo podemos llegar al fin de la división y cada momento que sucede a otro es perfectamente único e indivisible. El tiempo debe hallarse compuesto de momentos indivisibles.
Por lo tanto, la división infinita del tiempo es imposible, pues es una contradicción notoria que el año 1737 coincida con el año 1728.
1. Nada de lo que imaginamos es absolutamente imposible. (p.48)
2. Poseemos una idea de extensión.
3. Una idea infinitamente divisible y constituida de un número infinito de partes excede nuestra limitada facultad de entendimiento.
Por lo tanto, poseemos una idea de extensión que aunque es posible por la imaginación que sea divisible en partes o ideas inferiores, no es divisible infinitamente ni consta de un número infinito de partes.
Sección 1.2.3
1. Toda idea se deriva de alguna impresión que le es exactamente similar (p. 50)
2. Las impresiones similares a la idea de extensión deben ser o sensaciones derivadas de la vista o algunas impresiones internas que se derivan de estas impresiones.
3. Ninguna de nuestras impresiones internas es el modelo del que se deriva la idea de espacio.
4. Por 2 y 3, las impresiones de la idea de extensión son las derivadas de la vista: puntos coloreados dispuestos de un cierto modo.
5. Toda idea abstracta es una idea particular considerada en ciertos aspectos; pero hallándose unida a términos generales, es capaz de representar una vasta variedad y de comprender objetos que, si bien son semejantes en algunos respectos, son en otros muy diferentes entre sí.
Por lo tanto, si omitimos las particularidades de color tanto como es posible, hallamos una idea abstracta de extensión basándonos en la disposición de puntos o forma de aparición en que concuerdan.
1. El tiempo consiste en partes diferentes que nos permitan distinguir entre una duración más larga o más breve.
2. Las partes del tiempo no son coexistentes, pues la coexistencia pertenece a la extensión y es lo que la distingue de la duración.
3. Un objeto inmutable sólo produce impresiones coexistentes.
Por lo tanto, un objeto inmutable no nos proporciona ninguna impresión que nos permita darnos la idea de tiempo. El tiempo se descubre siempre por alguna sucesión perceptible de objetos mudables.
1. La idea de tiempo surge enteramente de la manera según la cual aparecen las impresiones (de objetos sucesivos) al espíritu sin considerar ninguna de ellas. (p.54)
2. Si los objetos que van unidos en una impresión son separables en la idea, estos deben ser diferentes entre sí. (p.53)
3. La idea de tiempo no aparece como una impresión primaria y distinta.
Por lo tanto, no debe ser manifiestamente más que diferentes ideas o impresiones u objetos dispuestos de una cierta manera, esto es, sucediéndose los unos a los otros.
1. La idea de espacio es procurada al espíritu por dos sentidos: la vista y el tacto, y nada aparece extenso más que lo que es visible o tangible. (p.56)
2. la impresión compuesta que representa la extensión consta de varias impresiones menores que son indivisibles para la vista y el tacto y que pueden ser llamadas impresiones de átomos o corpúsculos dotados con color y solidez.
3. Es necesario que conservemos la idea de su color o tangibilidad para comprenderlos mediante nuestra imaginación.
4. Lo mismo que son las partes son el todo.
5. Si un punto no se considera como coloreado o tangible, no nos puede procurar ninguna idea y, por consiguiente, la idea de la extensión, que se compone de las ideas de estos puntos, no podría existir jamás.
6. Si la idea de la extensión puede existir realmente, como sabemos que existe, sus partes deben existir también, y para esto deben considerarse coloreadas y tangibles.
Por lo tanto, no poseemos una idea de espacio o extensión más que cuando la consideramos como un objeto de nuestra vista o tacto.
Sección 1.2.4
Objeción: el punto matemático es algo sin existencia y por consiguiente no puede formar una existencia real por su unión con otros.
Respuesta de Hume: Existe un término medio entre la infinita divisibilidad de la materia y la no existencia de los puntos matemáticos: el conceder color o solidez a estos puntos. (p.58)
1. Es imposible para la mente mantener una noción de diferencia entre dos cuerpos de la misma naturaleza existiendo en el mismo lugar y tiempo. (p 59)
2. Si la penetración es entendida como el contacto total de un cuerpo simple o indivisible sobre otro, entonces es imposible.
3. Por 1 y 2, la penetración no es más que el aniquilamiento de uno de los dos cuerpos y la conservación del otro sin hallarse en situación de poder distinguir en particular cuál es el conservado y cuál el aniquilado.
4. No hay necesidad en que un punto coloreado o tangible sea aniquilado por la aproximación de otro.
5. De la unión de dos puntos coloreados o tangibles resulta un objeto que es compuesto y divisible, y que puede ser dividido en partes, cada una conserva su existencia, diferente y separada, no obstante su contigüidad con otras.
Por lo tanto, conceder color o solidez a los puntos permite entender cómo es posible la combinación de éstos y no su aniquilación.
Objeción: Los objetos de la geometría, cuyas superficies, líneas y puntos, cuyas proporciones y posiciones se examinan, son meras ideas del espíritu y no pueden existir jamás. (p.61)
Respuesta de Hume: Los objetos de la geometría, cuyas superficies, líneas y puntos, cuyas proporciones y posiciones se examinan, existen y no admiten ninguna división.
1. Todo lo que puede ser concebido por una idea clara y distinta implica necesariamente la posibilidad de existencia. Si implicase una contradicción, seria imposible que pudiese ser jamás concebido.(p.62)
2. La mente debe llegar a un mínimum para sus ideas, de otro modo su capacidad debería ser infinita, para comprender el número de partes de las que se compone su idea. (p62)
3. Una superficie limita a un sólido, una línea limita una superficie, un punto limita una línea.
4. Si las ideas de punto, línea o superficie no fueran indivisibles, sería imposible que concibiésemos esas limitaciones, pues si supusiésemos que eran infinitamente divisibles, el número de fracciones no la llevaría más cerca de la última división que la primera idea que se ha formado. Toda partícula escaparía de nuevo por una nueva división. (p.63)
5. De hecho debe existir algo que termine la idea de toda cantidad finita, y como esta idea terminal no puede constar de partes o ideas inferiores, esto es prueba clara de que las ideas de superficies, líneas y puntos no admiten ninguna división.
6. Por 2 y 5, Las ideas de punto, línea y superficie son indivisibles, la mente llega a un mínimum en la comprensión de ellas.
Por lo tanto, por 1 y 6, las ideas de la geometría son concebidas clara y distintamente por l mente, lo cual implica necesariamente la posibilidad de su existencia y no podemos, por tanto, admitir la objeción.
Sección 1.2.5.
Objeción: La idea de un vacío es real y posible, sino también necesaria e inevitable.
Respuesta de Hume
1.- La idea de oscuridad es una negación de la luz, de los objetos coloreados o visibles. (p. 78)
2.- Un hombre no obtiene ninguna percepción cuando la luz falta enteramente. (p.78)
3.- De 1 y 2 inferimos la negación de la obtención de la impresión sin materia por la mera supresión de objetos sensibles y que la idea de la oscuridad total no puede ser idéntica a la del vacío. (p.79)
4.- En la idea de oscuridad y con dos cuerpos luminosos que aparecen a la vista, podemos percibir si se hallan unidos o separados, y si esta distancia varia, podemos percibir su aumento o disminución que acompaña al movimiento de los cuerpos. (p. 80)
5.- La distancia misma que se halla interpuesta entre ellos, y que no es más que oscuridad o negación de la luz sin partes, sin composición, invariable e indivisible. (p. 81)
6.- Resulta de 4 y 5 los ángulos que los rayos de luz provenientes de ellos forman entre si, el movimiento que es requerido en los ojos para pasar del uno al otro y las diferentes partes del órgano que son afectadas por ellos producen tan solo las percepciones por las que, podemos juzgar de la distancia. Como estas percepciones son simples e indivisibles, no pueden darnos jamás la idea de extensión. (p. 81)
7.- De 3 y 6 aunque ni el movimiento ni la oscuridad ni por si ni acompañada de objetos visibles y tangibles produce la idea de un vacío o extensión sin materia son, sin embargo, las causas de porque imaginamos una idea semejante, pues existe una estrecha relación entre este movimiento y oscuridad y una extensión real o composición de objetos visibles o tangibles. (p. 82)
Por lo tanto La idea de espacio o extensión, no es la idea más que de puntos visibles y tangibles, distribuidos en un cierto orden, se sigue que no podemos formarnos idea de un vacío o espacio en que no hay nada visible o tangible. (p.76)
yuriria cuervo